Mortero seco, innovación en el proceso constructivo

¿Qué es el mortero seco?

El mortero seco es la combinación de cemento, arena y aditivos en diferentes proporciones a las que posteriormente se les agrega agua para transformarlo en lo que comúnmente en la industria de la construcción se conoce como mezcla. Se utiliza principalmente para los procesos de pega y pañete, sin embargo, tiene usos más especializados como grout, para relleno de unidades de mampostería estructural y pisos para nivelación de placas de concreto.

En contraste con el mortero hecho en obra, el mortero seco por su preparación cuenta con estándares de calidad para cada uso, ya que en su fabricación se han tenido en cuenta las dosificaciones de elementos secos, resistencias, materias primas y dosificación de agua para garantizar el mejor desempeño del producto.

¿Por qué es una innovación el proceso constructivo?

La implementación del mortero seco en obra le permite al maestro de obra tener un control sobre la mezcla que va a utilizar, garantizando mejores acabados, uniformidad del mortero y adicional le ahorra tiempo en la preparación de la mezcla y en los traslados en obra.

El tiempo ahorrado se puede emplear en mampostería o pañete y en últimas resultaría en menor tiempo de realización de obra.

En el caso de la obra, los beneficios más importantes de implementar esta tecnología son: control de inventario, baja generación de desperdicios, y menor impacto ambiental.

Como el producto está en sacos o bultos, no es necesario tener grandes cantidades de arena en el lugar de la construcción.

¿Cuáles son los usos más frecuentes del mortero seco?

Entre los usos más comunes se encuentran los siguientes morteros:

Pega y pañete: Se utilizan para pegar unidades de mampostería, para pañete o repello de interiores o exteriores, dependiendo de la dosificación.
Grout: Para relleno de unidades de mampostería estructural, y relleno de cavidades.
Pisos: Para nivelación de placas de concreto y nivelación de pisos.